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Vuelta al mundo en velero: Cruzando el Estrecho de Gibraltar!!!

El Miércoles 6 de Diciembre del 2017, amanece en La Línea de La Concepción. Hemos pasado la noche amarrados en La Marina La Alcaidesa con Carlos, Pol, Ricardo, Asier, M.A. y Mónica abordo.

Para cruzar el Estrecho de Gibraltar, las previsiones meteorológicas nos auguran una perfecta ventana de tiempo hasta el Viernes 8 de Diciembre a las 00h, con vientos de levante de unos 15 nudos y ola de 1 metro. Para todos aquellos que no lo sepan, cruzar el Estrecho de Gibraltar, supone un importante examen que pone a prueba a cualquier marinero durante toda la travesía, pues la misma requiere estar pendiente de fuertes vientos y corrientes, bajos y supone una importante atención por el incesante tráfico de cargueros de todo el mundo que atraviesan esta zona con bastante velocidad.

Si alguna vez vais a cruzar el Estrecho de Gibraltar, nuestro consejo es optar por hacerlo por la costa, mejor la española... y no por el centro, ya que la corriente es mas baja y además de que por el medio circulan los grandes barcos y cargueros. También es importante ajustar el timming para aprovechar la pleamar y estar listos justo en ese momento. Además, al cruzar el Estrecho de Gibraltar nosotros cortamos el dispositivo de tráfico pasado ya Tarifa, tomando un rumbo oeste o suroeste, y evitando los bajos que vienen después de Tarifa, luego metiéndose al noroeste y justo en ese momento cortando este sentido del dispositivo de manera oblicua en la misma dirección, y permitiendo al mismo tiempo que te adelanten todos aquellos grandes barcos que van bastante mas veloces que un velero que cruza el Estrecho de Gibraltar, todo ello sin cruzarte perpendicularmente y ofreciendo la banda de babor. Hay que evitar también hacerlo de noche, si es posible, pero prima sobretodo evitar que las condiciones meteorológicas no sean propicias. Es fundamental llevar el AIS para esta travesía. Gracias a él, puedes ver cual es el mejor momento de cruzar el sentido contrario (trafico entrante al Mediterráneo), el cual cruzamos perpendicularmente, ceñidos a la popa de los cargueros que pasaban y comprobando que los siguientes que venían lo hacían a suficiente distancia. En este sentido también hay que indicar que la dirección del mar y del viento es fundamental en esta maniobra, porque te puede dejar "parado" en medio de la autopista, sin apenas avance. Por tanto viento/mar con alguna componente sur , peligro...


TARIFA TRÁFICO, ofrece apoyo y seguimiento gratuito durante toda la travesía hasta las Islas Canarias, contactando con ellos a través del canal 10, en el 956 684 740/956 684 757, o en https://tarifa.costasur.com/sites/tarifa-trafico/es/index.html.

Incluso te hacen seguimiento, sin haberlo solicitado, preguntando e informando a las autoridades del destino, en caso de no tener noticias. Es conveniente que además, si tienes AIS, te asegures informandoles y comunicando con ellos por el canal 10, de que te tienen en pantalla cuando vayas a efectuar el cruce del dispositivo especial de trafico.


A las 8h de la mañana del miércoles, todo el mundo está en pié, y a las 10h llegan los nuevos tripulantes de este nuevo capítulo:


Roland (42): De Alemania y con ganas de hacer su primera travesía "offshore". Viene totalmente equipado e incluso con su propio teléfono satelital y sextante, instrumento de medición que irá dando mucho juego entre toda la tripulación. Además se descubrirá como gran timonel, doblando incluso guardias de timón.


Pablo (40): De Valladolid, otro que nunca pierde la sonrisa de la cara. Tiene su propio velero en Santander y viene dispuesto a coger mas experiencia y soltura que haga desenvolverse con mas confianza cuando sale a navegar solo o con gente sin experiencia.


Javier (54): De Madrid, con un humor que provoca risas en el momento menos esperado. Es el que siempre inaugura ese momento de cervecita con tapita entre comida y comida, pero sin perder atención e interés ante cualquier maniobra que se realiza a bordo. Otro excelente timonel, que ayudará a la organización en situaciones de excepción entre la tripulación.


Juan Carlos (52): De Alicante, a penas ha realizado un par de navegaciones costeras, viene bastante expectante y a lo largo de los días no para de decir lo asombrado que esta de lo bien que se duerme a bordo.


En esta travesía, somos nueve tripulantes en total, y entre todos se elabora una lista de la compra con los víveres que necesitaremos durante la travesía y se van a Gibraltar a hacer la compra, pues en Algeciras está todo cerrado por ser festivo.


Mientras tanto, Mónica se queda a bordo limpiando y organizando el barco para la nueva travesía y M.A. y Asier (que no coge el autobús hasta después de comer), se quedan a bordo haciendo tareas de mantenimiento, con la sorpresa de que el motor da algunos problemas, a pesar de haber sido completamente revisado antes de zarpar en Valencia.


La tripulación mientras tanto vuelve de hacer la compra, se estiba todo a bordo, se reparten los camarotes y se organizan para pasar el día haciendo turismo por la zona. Mas tarde y ya cuando vuelven, se entretienen ayudando a M.A. en subirle al palo para ajustar el anemómetro, actividad que suscita intriga y curiosidad en muchos de los tripulantes que nunca han visto antes como se realiza esta maniobra.

La mitad de la tripulación, decide ir a cenar fuera, la otra mitad decide quedarse y acostarse pronto, pues algunos de ellos han recorrido muchos kilómetros y horas de viaje para llegar hasta La Línea de La Concepción.


Al día siguiente, Jueves 7 de Diciembre, todos están encantados de tener asignadas tareas precisas para poner el barco a son de mar, mientras tanto M.A., junto con Ricardo, trabajan con conciencia para terminar de ajustar el motor, pero finalmente se decide llamar a Eric, un mecánico bien conocido en la zona (GATEWAY NÁUTICA, http://www.gatewaynautica.com/), el cual recomendamos al 100%. Eric finalmente consigue afinar bien el motor, nos da una solución provisional para cruzar el Estrecho de Gibraltar con seguridad, y una vez lleguemos a Lanzarote ya se solucionará definitivamente.


Aunque ya es tarde para comer, todos estamos ansiosos por zarpar lo antes posible, y además solo tenemos tiempo con la pleamar hasta las 18h (detalle importante a tener en cuenta cuando se cruza esta zona), por lo que se decide comer durante la travesía.


Zarpamos de La Línea de La Concepción (La Marina La Alcaidesa), el Jueves 7 de Diciembre del 2017 a las 16:15h con rumbo a Lanzarote, preparados y decididos a cruzar el Estrecho de Gibraltar!!


Nada mas salir de bocana del puerto, percibimos la gran intensidad del tráfico en la zona... es impresionante!!!. Todo el mundo está atento y pendiente de todo lo que ocurre alrededor y al mismo tiempo toda la tripulación está disfrutando como niños pequeños. Vamos pegados a la costa española todo el tiempo, hasta llegar a Tarifa, momento en el cual vamos separándonos haciendo rumbo SO , para evitar los siguientes bajos y ya prepararnos para cruzar el dispositivo de trafico. La noche iba llegando, y ya estábamos muy afuera y en posición para cruzar el dispositivo en una zona de menos congestión. El cruce se puso aún mas interesante si cabe, pues muchos nunca habían navegado de noche, e incluso para los que ya lo habían hecho, el juego de luces que se confecciona a los 365º junto con las luces que se ven en tierra en ambos lados.

Vuelvo a decir que la ayuda del AIS es fundamental. Ahí fuera, hay unos monstruos de acero pululando a casi 20 nudos, ya casi a oscuras, y como ya sabéis muchos de los que navegáis, no queremos discutir con ninguno de ellos sobre si la mosca tiene preferencia o no sobre los elefantes...


Hacemos un rumbo SO para cruzar la "calle", la parte del dispositivo de la "calzada" que va en nuestra dirección para llegar a la "mediana", momento en el cual, tras pasar 3 grandes cargueros, y mirar al otro lado de la "calle" para cruzar, no viene nadie en mucho tiempo (AIS , visual y radar), y es entonces cuando hacemos un rumbo norte y cruzando a la mayor rapidez posible, el sentido contrario. Nos ceñimos a las popas de los últimos mastodontes que han pasado, casi sintiendo sus estelas y dejamos una distancia de respeto suficiente sobre los cargueros que vienen después. No hay ninguna incidencia. El AIS y el radar se demuestran imprescindibles en esta travesía, y toda la tripulación está maravillada por este hecho.

Todo el cruce se realiza a motor o motor mas vela, con vientos de levante (a nuestra popa) de unos 10/15 nudos y ola de 1/2 metros (una ola con una forma totalmente distinta a la que la mayoría están acostumbrados a ver en el Mediterráneo). Hay tanto oleaje en los últimos momentos del cruce que alguna ola rompiente se nos cuela por la aleta de babor... hay que ir mas rápido!. Se puede decir que conseguimos cruzar el Estrecho de Gibraltar el Jueves 7 de Diciembre a las 22h, justo cuando terminamos de pasar el dispositivo de tráfico (zona hostil), ya estamos en el Atlántico... misión cumplida!!!


Aquí ya comienza la tripulación a relajarse sin saber lo que nos esperaba mucho mas adelante... el motor responde y va de lujo, se cena y comienzan las guardias de vigilancia nocturnas, las cuales resultan tranquilas y fáciles de llevar durante los primeros días, pues además va aumentando la temperatura aún siguiendo con vientos de popa que van bajando a lo largo de la madrugada.


Pol sigue siendo el cocinero oficial del barco, provocando orgasmos palatinos en toda la concurrencia, ya que de hecho es verle bajar a la cocina y como los perros de Paulov, toda la tripulación empieza a salivar. El resto de la tripulación, no discute para repartirse las tareas menos glamurosas del hogar, haciendo turnos para fregar, y una vez mas todo parece estar perfectamente organizado y bien coordinado.


Al día siguiente, Viernes 8 de Diciembre, después de un estupendo y relajante desayuno, Roland explica en ingles al resto de la tripulación como funciona el sextante y como se toman las mediciones con el mismo, están todos embelesados, por lo que esta actividad nos entretiene todas la mañana. Tras comparar sus resultados con los que nos da el GPS, entendemos entonces de donde viene la expresión de fiabilidad alemana.

Después de comer y con el viento a veces de través y otras de popa, sube y facilita que juguemos con el trimado de velas durante un buen rato... que maravilla es navegar a vela y sin el ruido del motor!! comentan todos.

El Sábado 9 de Diciembre, amanece nublado, y aunque sin lluvias y la temperatura es cada vez mas agradable, no hay posibilidad de tomar mediciones con el sextante, por lo que después de desayunar y una buena conversación, decidimos dedicarnos a practicar nudos marineros.


Al final se asoma el sol y conseguimos tomar nuestra esperada medición con el sextante, comida y... visita sorpresa de delfines!!! son muchísimos y cada vez acuden mas y mas... es asombroso, pues la mayoría nunca habían visto tantos delfines juntos, jugando y haciendo constantes piruetas en nuestra proa, para nosotros, y en libertad!!!


Nosotros ya hemos visto muchas veces delfines, pero no se si sera que la alegría por verlos es contagiosa o porque es un fenómeno del que nunca te aburres, disfrutamos como el primer dia junto a nuestra tripulación.


El Domingo 10 de Diciembre, y después de un desayuno megacontinental, decidimos que es buen momento de sacar el genaker y ponernos a jugar con él. Para muchos es la primera vez que van a ver en vivo y en directo como se despliega esta vela y su trimado, y toda la tripulación está atenta a las explicaciones para que al izarlo no haya ni un solo error. El resultado fue de un éxito total: conseguido a la primera!!. Todos quedan asombrados de la belleza que derrocha la vela y no dejan de mirarla, además toda la tripulación esta emocionada por lo que conlleva la actividad en sí y un impecable trabajo en equipo.

Después medición con el sextante, comida (un inolvidable magret de pato cocinado por el insuperable Pol) y sobremesa con risas y buena conversación. Preparamos la caña de pescar a curricán aprovechando que vamos a 4 nudos, pero en breve hay que recogerla, pues el viento está rolando y hay que recoger el genáker. Esta segunda operación, no tuvo tanto éxito y al final al recoger la vela se engancho en una de las crucetas y posteriormente tocó el agua, pero al final lo conseguimos!!


La tripulación cada vez esta mas familiarizada y relajada, y no faltan los momentos en los que se pone la música a todo volumen y todos bailamos como si no hubiera un mañana!!!


En el último turno de la guardia, de 6h a 8h, del Lunes 11 de Diciembre, Ricardo y Mónica consiguen evitar una primera borrasca que se nos acercaba por proa, dejándola al este y por babor. Y no dejamos de comentar que desde ayer, las previsiones meteorológicas del último parte que tenemos, del Jueves 7 de Diciembre, no se esta cumpliendo, y ni siquiera se está adelantando (cosa muy frecuente). La situación a lo largo de la mañana comienza a complicarse con una mar muy escarpada, un viento del oeste de 15-20 nudos, el cual va subiendo acompañado de olas de mas de tres metros por lo que en breve tenemos una nueva borrasca encima y empieza a llover. Recogemos génova y dejamos la mayor para estabilizar la embarcación. A pesar de ello, la tripulación está eufórica por la acción que supone pilotar el barco bajo estas condiciones.

De repente se nos une el imprevisto de que en los camarotes de proa, poco a poco van entrando gotitas de agua, que se solventan fácilmente poniendo toallas, aunque este hecho nos desconcertó bastante, pues antes de zarpar desde Valencia se habían ajustado las escotillas con conciencia por parte de una empresa. El problema fue que la borrasca cada vez era mas feroz y al mediodía ya teníamos 25-30 nudos del oeste, mas precipitaciones y las olas aumentaron a mas de 4 metros. A pesar de ello toda la tripulación está en la bañera disfrutando del espectáculo que supone ver las olas que nos pasan por encima entrando por la amura de estribor (pasando alguna ola por ojo), mientras además, se turnan en llevar el timón entre toda la tripulación.

En torno a las 16:30h, el viento del oeste empieza a aumentar, con mar gruesa, con un temporal de fuerza 8 y con picos de hasta 42 nudos. La tripulación se empieza a organizar para ponerse ropa seca, empezar a descansar, y organizarnos por turnos de tres en tres personas, pues habrá que timonear toda la noche y esta requerirá a la tripulación estar al 100%.


El tiempo nos lleva hacia África, impidiéndonos, aun ceñida para ganar Oeste y caer a Lanzarote por el Norte. Este cambio de tiempo inesperado y nada previsto es un contratiempo serio. Sin embargo tenemos la esperanza de que si que se cumpla el pronostico de tal manera que en algún momento aparezca ese viento del norte, pues ese cambio nos facilitaría nuestro curso.


A las 22h, conseguimos notificar nuestra posición al servicio de tráfico de Canarias y Salvamento Marítimo para que estuvieran pendientes de nosotros. No teníamos ningún problema, y el barco aguantaba bastante bien todas estas condiciones, pero estábamos en una situación en la que un sólo fallo podría comprometer la seguridad de la embarcación. Toda la tripulación está entregada y concentrada, todos timonean por turnos a la perfección con vientos de 30-40 nudos y olas atlánticas de mas de 5 metros... es una experiencia que ya no olvidarán jamás!!!

A la hora se nos rompe la retenida de la botavara y esta empieza a trasluchar y dar bandazos de un lado a otro. Cambiamos a un rumbo que sea seguro para afirmar y comienza una dificultosa tarea para poner una nueva retenida en unas condiciones nada confortables, pero enseguida la conseguimos. A los pocos minutos tenemos la fortuna, de que se nos rompe la vela mayor, y es lo mejor que nos podía pasar, porque era imposible rizarla, y al ser enrollable es necesario aproarse al viento para recogerla, algo que nos fue imposible hacer en la mañana antes de que subiera el viento, (ya era demasiado tarde), por lo que la dejamos flameando en el palo con un ruido ensordecedor... En ese momento es peligroso salir a cubierta para arriarla la vela mayor, pues a pesar de ir con arnés y línea de vida, nos parecía una operación bastante arriesgada, por lo que aguantamos así al ver que poco a poco el viento empezaba a amainar y que esto ya coincidía con el parte meteorológico. Aún así todavía soportábamos vientos de 20 nudos con rachas de 30 nudos por la popa y la aleta de estribor, y la mar tardaba en disminuir.


Por tanto, navegamos a palo seco a 7-8 nudos, sin mayor ni sin génova, ni motor, corriendo el temporal, solamente fijándonos en el anemómetro, procurando tener siempre la aguja marcando 180º, por la popa, y tratando de no atravesarse al viento o a las olas. Realmente lo que hacemos es surfear casi toda la noche. Así estamos unas cuantas horas, navegando a "oscuras", puesto que de noche, no podemos hacer una navegación en función de cual es la ola que viene por delante.


Durante toda la noche del Lunes 11 al Martes 12, tenemos vientos de 20-30 nudos, ya del norte, una intensa mar aunque con un período mas largo, y que con la ayuda del motor, toda la tripulación se turna en grupos de tres para ir timoneando cada 45 minutos... todos ellos son impecables en esta ardua tarea. El resto de la tripulación intenta descansar en la medida de lo posible durante toda la noche.

A pesar del cansancio, en cuanto amaneció, toda la tripulación estaba encantada disfrutando de una maravillosa y soleada mañana en la bañera, con mas risas y deseosos de llegar para culminar este soñado reto.

El temporal y la mar nos ha llevado bastante al este, y es por eso que nos cuesta aproximarnos a Lanzarote durante toda la mañana del martes, haciendo un rumbo con las olas y el viento de través por estribor, mientras vemos por primera vez tierra desde hace unos 4 días. La emoción es inmensa, es algo que a todo navegante no le deja de maravillar.

Así, decidimos tomar rumbo a un puerto con infraestructuras y suficientemente equipado para que podamos "lamer nuestras heridas": Arrecife.

Conseguimos llegar a la Marina de Lanzarote, en Arrecife. el Martes 12 de Diciembre del 2017 a las 14:05h. Habiendo navegado 599 NM, durante 4 días y 22 horas.


P.D: Queremos agradecer profundamente a Carlos, Pol, Ricardo, Javier, Juan Carlos, Roland y Pablo, toda su entrega y disposición para que este viaje haya sido todo un éxito... por muchos relatos que escribamos sobre esta aventura, solo los 9 tripulantes que estuvimos allí, sabemos lo que vivimos abordo y la implacable unión que como equipo hicimos en todo momento... y siempre lo recordaremos!!!


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