Cuando nos planteamos ir de vacaciones en barco velero compartiendo un espacio con mas gente, es muy habitual que nos aparezca el pensamiento de "como será la convivencia en el día a día junto con tus compañeros de viaje", y si además, es gente que no conocemos, esa duda se acentúa aún mas...
Ten en cuenta que todo el mundo viene con la misma idea de disfrutar, pasarlo bien, descansar, conocer gente nueva y lugares nuevos, con lo que el entorno es inmejorable!
En este blog, vamos a tratar de aportar unos pequeños consejos y sugerencias para tus vacaciones en barco de vela, así como una serie de normas de conducta que eviten posibles roces y que hará de nuestras vacaciones un entorno 100% armonioso entre todos.
Lo primero de todo es estar atentos a lo que nos indique el patrón y seguir sus instrucciones en todo momento, ya que él nos sólo es el encargado de llevarnos de vacaciones en barco velero, sino que también tiene la responsabilidad de organizar, dirigir y supervisar las operaciones de la embarcación, pues él tiene la responsabilidad máxima de todo lo que ocurra en ella.
Al vivir y viajar en barco velero, vamos a convivir varias personas en un espacio muy reducido durante varios días, ya que aunque el barco es grande, no deja de ser un lugar un poco mas pequeño con respecto a una casa de tamaño normal, por lo que el respeto a los demás y la comprensión son fundamentales para el éxito del crucero en barco velero. También es cierto que una buena dosis de alegría y una actitud que conlleve buen humor ayudará mucho.
Antes de zarpar y comenzar a navegar en barco velero, es condición indispensable poner el barco “a son de mar” que consiste en estibar (poner cada cosa en su sitio), para evitar caídas y roturas, cerrar todos los armarios con sus botones de cierre, cerrar todas los portillos de ventilación, etc.
En cubierta todo estará bien sujeto sin utensilios, toallas, cremas, etc... que puedan caerse con la llegada de una ola (una ola inoportuna puede ahogar nuestro móvil), con la propia escora del barco durante la navegación, o simplemente con una ráfaga de viento que pueda hacer volar nuestros bañadores, camisetas, etc…
Durante la navegación en barco velero, cada uno de nosotros nos desplazaremos siempre por cubierta manteniendo una mano en los guardamancebos o cualquier elemento fijo, como la jarcia, nunca nos sujetaremos de una escota o cualquier otro cabo.
Insistimos en que hay que prestar especial atención a los móviles, que tienen una gran predisposición a mojarse o caerse al agua.
Al usar cremas protectoras durante nuestras vacaciones, emplearemos en todo momento una toalla, pues si no convertiremos la cubierta en una pista de patinaje.
Hay que recordar también que, al entrar a puerto la cubierta debe estar lo más despejada posible para facilitar las maniobras de amarre. Estaremos atentos y seguiremos las instrucciones del patrón.
Lo que está claro en cualquier caso, es que algo fundamental son el orden y la limpieza, tanto en el interior (efectos personales en espacios comunes, platos y vasos pendiente de fregar, cocina que recoger,etc…) como en cubierta (cremas, toallas, cámaras…). Ya que incluso por seguridad, a la hora de movernos por nuestro velero, si no existe dicho orden, ello puede suponer un tropiezo desafortunado con cualquier objeto mal colocado, que haga que algún miembro de la tripulación o nuestro propio patrón sufra alguna lesión que amargue nuestras vacaciones.
Otro consejo muy interesante para evitar situaciones desagradables durante nuestro viaje en barco velero, es que cuando estemos en la cocina, hay que prestar una especial atención cuando estemos utilizando cazuelas, sartenes, etc... para calentar cualquier tipo de comida, ya que si se aproxima una ola, aunque estemos en una cala tranquila (una moto de agua que pase cerca del barco, puede producir una ola suficiente, para derramar lo que estemos cocinando) debemos de avisar al “cocinero" de tal hecho para que esté pendiente de ello, por lo que nunca dejaremos nada en el fuego sin vigilancia.
Es habitual organizar “guardias” de cocina, fregada y limpieza, repartiendo por turnos estas labores.
Durante las travesías en barco velero, también es costumbre no usar calzado con suela de goma negra, ya que ensucian y afean la cubierta con manchas que luego no se quitan, por lo que evitaremos subir a bordo con calzado de calle. Es recomendable, sobre todo mientras navegamos, usar calzado náutico, playeras o similares en cubierta, para evitar golpes en los dedos, sobre todo al realizar maniobras. En verano, unas bambas son un excelente sustituto a unos náuticos.
Cuando vengamos de la playa, con arena en pies, toallas, cestos… la eliminaremos antes de subir a bordo. Para mantener la sensación de limpieza y de encontrarnos en un sitio agradable y confortable es necesario poder estar descalzos cuando nos encontremos en un fondeo sin que se nos “pegue” la suciedad en los pies. La arena de playa hace que perdamos esa sensación de limpieza durante nuestro viaje en barco velero, por lo que debemos mantenerla alejada del barco a toda costa.
Así mismo evitaremos entrar mojados al interior para prevenir posibles resbalones.
No nos sentaremos con el bañador mojado en los asientos y en las camas del barco ni andaremos goteando y mojando el suelo del interior del barco.
Si se nos olvidó una toalla, pediremos a alguien que esté seco que nos la traiga.
Así y de este modo tan sencillo, haremos entre todos que la convivencia durante toda las vacaciones en barco velero, sea como si lleváramos conviviendo toda la vida...
Nos vemos muy pronto!!!